
Hoy me gustaría hablar sobre el proceso por el que pasan las películas que tanto nos gustan antes de verlas en la gran pantalla dobladas al castellano.
El proceso de doblaje en España pasa por varias fases, descritas a continuación, pero ha de tenerse en cuenta que este proceso no es exacto y que cada estudio de doblaje tiene su forma de trabajar, por lo que puede haber variaciones en el orden y en las fases en sí dependiendo del estudio.
Este proceso comienza cuando se quiere comercializar una película extranjera en España. Así pues, se compran los derechos de distribución de la película en España y se envía la película a un estudio de doblaje.
Fase 0: se establece el equipo
Una vez en el estudio, se asigna al director, ajustador y traductor, dependiendo de varios factores como disponibilidad, experiencia previa, presupuesto, relevancia del proyecto, tipo de película, etc. A veces, la opinión del director o del ajustador puede influir en la elección del traductor, normalmente cuando este ha hecho un buen trabajo anteriormente.
Fase 1: se seleccionan las voces para el doblaje
Una vez asignados los roles, el director suele ser quien realiza el visionado de la película para escuchar las voces y así poder asignarlas a actores de doblaje, por lo que suele ejercer también el rol de director de casting. Para el casting, se tendrá en cuenta la concordancia con el timbre de voz y personalidad de los personajes, así como la experiencia de los actores en otras producciones y, sobre todo, su actuación en la prueba.
Sin embargo, si el actor de doblaje tiene asociado un actor extranjero y este sale en la película, normalmente se le otorga el papel a ese actor de doblaje, sin pasar por casting, aunque no siempre.
Fase 2: se traduce el guion
Mientras ocurre todo esto, la película pasa a manos del traductor, quien ve la película, traduce los diálogos y adapta el guion según el formato que requiera el estudio, ajustador o director.
El traductor es el engranaje fundamental para llevar a cabo este proceso de doblaje. De él depende la adaptación de todos esos dobles sentidos, bromas, giros de guion, idiolectos de los personajes, etc. En resumen, de él depende llevar al público castellano lo que transmite la película original.
Asimismo, el traductor también suele añadir aclaraciones, pronunciaciones, traducciones alternativas, traducciones literales y justificaciones para facilitar la labor del ajustador (que no tiene por qué conocer el idioma de partida) y agilizar el trabajo en sala.
¡Los diálogos de ambiente también se traducen! Se le suele pedir al traductor que sugiera varias frases, de las cuales se escogerán algunas para ser interpretadas e incluidas como ambiente. Esto suele hacerlo el traductor porque es quien mejor conoce el idioma de partida y quien podría incluso sacar el diálogo del audio original, ya que no suelen estar en los guiones.
Fase 3: se ajusta el guion
Acto seguido, el guion pasa por manos del ajustador, que es el encargado de adaptar el guion traducido para que se pueda grabar en sala. Este rol normalmente lo desempeña el propio director de doblaje y, raramente, el traductor. Es muy poco común que el rol de ajustador lo desempeñe un tercero.
El ajustador se encarga de hacer que el guion resultante respete tres sincronías: isocronía (o sincronía temporal, es aquella que dicta que las intervenciones deben durar lo mismo que en el original), sincronía labial (los labios de los personajes en la imagen deben coincidir aproximadamente con lo que dicen en la versión doblada) y sincronía cinésica (o sincronía de movimiento, en la que los diálogos de los personajes deben concordar con sus movimientos).
Además de las sincronías, el ajustador también añade marcas en el guion que son necesarias para guiar y ayudar al ajustador, director, actores de doblaje y técnicos de sonido. Estas marcas pueden ser: marcas de tiempo (segundo exacto en el que interviene un personaje, a veces incluso se indica el frame), posición del personaje en la escena (ON si aparece en escena, OFF si no está presente, DE si está de espaldas, TAP si tiene la boca tapada, etc.), cambios de plano (CP, para saber en qué momento exacto de la intervención doblada debería producirse el cambio de plano), gestos que deben interpretar los actores de doblaje (G, para indicar gestos en general y R para risas, entre otros), pausas que deban respetar los actores (/ para pausa corta y // para pausa larga), marcas para filtros de voz (como «TELÉFONO» o «RADIO» para indicar a los técnicos dónde habría que poner un filtro de voz) o marcas para diálogos de ambiente (AD LIBS o AMBIENTE, para esas intervenciones que suenan de fondo y que aportan realismo a la película).
En caso de que el traductor no haya dado propuestas para los diálogos de ambiente y el ajustador no pueda sacar nada del audio, este se inventará los ambientes de manera que no resalten y tengan sentido con respecto a lo que está pasando en la escena. Por otro lado, los ajustadores a menudo se toman ciertas libertades para cuando la intervención en castellano queda mucho más larga que en el idioma original. Por ejemplo, pueden aprovechar un silencio y un cambio de plano para extenderse y que empiece antes la intervención en el doblaje (A, de adelantar).
Fase 4: ¡a grabar!
Una vez ajustado, el texto se divide en takes, que son las unidades de trabajo para un actor de doblaje, con un máximo de cinco líneas si es un monólogo, ocho si intervienen más personajes, y sesenta caracteres por línea. Cada take tiene un número o código que facilita la asignación a cada actor y la distribución de estos en la mesa de mezclas para los técnicos de sonido.
Luego, se convocan a los actores de doblaje al estudio y se organizan los takes para que la grabación sea lo más eficiente posible, pues los actores cobran por take y por convocatoria.
Cuando están en el estudio, los actores ven la escena que corresponde a su take y el director es el encargado de orientarlos en su interpretación y de ponerles en situación, pues muy raramente se les permite ver la película o el guion previamente por temas de eficiencia y confidencialidad, aunque no sea lo más conveniente para ellos.
Normalmente, los actores de doblaje también hacen sus marcas personales en el texto para, por ejemplo, saber si tienen que decir la frase más lenta o más rápidamente, o hacer énfasis en una palabra en concreto, entre otras cosas. Después de interpretar el take, el director se encarga de determinar si hay que repetirlo o de si tiene su visto bueno. Si al revisarlo se le da el visto bueno, se pasa al siguiente y se repite el proceso.
Los profesionales que suelen estar en el momento de la grabación son el actor de doblaje, el director y el técnico de sonido.
Fase 5: el equipo técnico de sonido
Cuando ya se han grabado todos los takes satisfactoriamente, la película pasa por los técnicos de sonido, que son los encargados de ajustar y ecualizar todo el audio para lograr incrustar esta pista con los diálogos en castellano en la película original, sustituyendo la pista de audio de los diálogos originales. Asimismo, también se encarga de añadir los efectos y los filtros a las voces según corresponda. Esta es una tarea que le habría facilitado el traductor anteriormente, señalándolo en el guion. Si encuentra algún problema, el técnico intentará subsanarlo, pero si no puede porque el error guarda relación con la grabación de un take en concreto, se deberá volver a convocar al actor para regrabarlo, lo que supondría un gasto extra para el estudio.
Si no hay ningún problema, el producto final pasa por una revisión y control de calidad. Por último, si no se detecta ningún error y el resultado es bueno, solo faltaría el visto bueno del cliente, la distribuidora, para que la película esté lista para su distribución y proyección en sala.
Algunos casos especiales
Este sería el proceso de doblaje para la mayoría de producciones. Sin embargo, cuando es una película de mayor importancia o que se prevé que va a ser un éxito en taquilla (como las de Marvel, Star Wars, Disney, etc.), el proceso es un poco más complejo, ya que el traductor no trabaja en la fase de posproducción con el guion y la película finales, sino que empieza a trabajar en la fase de producción, es decir, con guiones de la película que no son los finales. Esto se hace fundamentalmente para ir adelantando trabajo para cuando esté disponible la versión final.
Además, en estas producciones suele haber más gente involucrada en el proceso de localización de la película y el guion que llega a sala puede no ser producto del traductor únicamente. Véase el ejemplo de Del revés 2, traducida por Pablo Fernández Moriano. En esta película, una de las escenas más aclamadas y que se hizo más viral del doblaje castellano es aquella en la que se menciona la expresión «estar delulu». Cuando una usuaria en X elogió a Pablo por esta buenísima traducción, él señaló que el resultado final del guion fue fruto de un equipo creativo formado por el traductor, el adaptador y la supervisora creativa, y que, en este caso, fue esta última quien incluyó esta expresión.
Por otra parte, para evitar la piratería y la filtración de la película, hay ocasiones en las que se trabaja con versiones en las que la imagen aparece en negro y solo se ve la boca de quien habla. Esto hace que la labor de todos los profesionales que trabajan en el proceso de doblaje sea más complicada, además de que la calidad del resultado decrece debido a la falta de contexto. Para intentar no llegar hasta este punto, se pueden tomar medidas de seguridad alternativas, sobre todo para el traductor, pues él suele ser el único que trabaja con el material desde casa. Entre estas medidas, se encuentran el uso de ordenadores de sobremesa con cifrado de datos y el trabajo desde la nube.
Sin lugar a dudas, la labor que desempeñan todos estos profesionales es crucial para que podamos disfrutar de todas esas historias que tanto nos gustan. ¡Espero que os haya resultado interesante!
Alberto Domínguez