
Leer sabe mucho mejor cuando se hace en la playa o en la piscina, ¿verdad? En definitiva, ¡todo sabe mejor cuando se hace estando de vacaciones! Por ello, hoy te recomendamos 6 lecturas «traductoriles» para que disfrutes de ellas este verano.
1. La impostora, de Nuria Barrios
Este ensayo literario fue el ganador del XIII Premio Málaga de Ensayo.
Nuria Barrios es escritora, traductora y doctora en Filosofía y en su libro hace una reflexión sobre escritura y traducción. En un recorrido a través de la historia, la autora cuenta cómo la vida se basa en traducciones erróneas y a qué nivel se cuestiona el prestigio de traductores y traductoras, siendo estas últimas —las traductoras—, parcialmente invisibles en el ámbito. La imaginación de Nuria Barrios y su pasión por el lenguaje son las bases de esta lectura.
Además, el título de la obra hace referencia al llamado «síndrome de la impostora»:
Ser una impostora, como la traducción descubre, es parte del oficio de la vida. Cambiar, ser otras, no ser nunca la misma es mi destino. […] Saberse impostora es asumir como propia la alteridad y convertirla en un ejercicio de hospitalidad.
2. Un pez en la higuera, de David Bellos
David Bellos, profesor y traductor, ha sido galardonado con diferentes premios de traducción y literatura. En su libro habla sobre el importante papel que tiene la traducción en todas las áreas en las que se presenta, desde la traducción audiovisual hasta la filosofía, pasando por la diplomacia o las noticias. A través de eventos históricos e historietas, el autor trata la labor de la traducción durante todos los tiempos con un matiz humorístico. ¡Seguro que te gusta!
3. Los enemigos del traductor. Elogio y vituperio del oficio, de Amelia Pérez de Villar
Amelia Pérez de Villar, escritora y traductora, ha redactado y traducido diferentes publicaciones y es colaboradora en revistas culturales. En este ensayo, la autora habla sobre la importancia de la vocación en el oficio del traductor y de los numerosos enemigos a los que el profesional del ámbito se enfrenta, tales como el intrusismo laboral, la invisibilidad o la falta de reconocimiento. También se trata la dificultad de la profesión, los cortos plazos de entrega, la necesidad de documentación e investigación y los posteriores ingresos escasos.
En definitiva, la traducción requiere de un proceso tortuoso y en esta obra se le intenta otorgar el valor que merece.
4. Mujeres en la traducción audiovisual. Perspectivas desde el mundo académico y profesional, editado por Belén Agulló García y Carla Botella Tejera
Esta monografía surge de la necesidad de valorar y reconocer el trabajo y el nombre de mujeres traductoras con trayectorias exitosas. Las editoras se dieron cuenta de que había muchos traductores varones reconocidos por su nombre y apellidos, sin embargo, no sucedía lo mismo con las mujeres. De ahí viene el origen de este libro.
El propósito de la obra es el de homenajear, agradecer y darle visibilidad a quince traductoras dedicadas a la traducción audiovisual, la accesibilidad y la localización de videojuegos, quienes aportan datos acerca de su experiencia y su opinión sobre el panorama actual y futuro de la profesión.
5. Svetlana Geier, una vida entre lenguas, de Taja Gut. Traducido al español por Alberto Gordo
Esta obra es una biografía redactada por el periodista, editor y traductor Taja Gut a partir de diferentes entrevistas a Svetlana Geier.
Svetlana Geier, nativa de Ucrania y víctima de la revolución rusa, consiguió sobrevivir a la invasión nazi gracias a su papel como traductora y a un contacto estrecho —que revela en la obra— con un alemán de alto cargo.
Llegó a Alemania como mujer de Europa del este, lo que en aquel entonces suponía múltiples barreras, pero se labró su camino como traductora por sí misma, gracias a su determinación y su esfuerzo. A pesar de ser nativa de Ucrania, Svetlana traducía del ruso al alemán, y precisamente era la traducción su razón de ser: «Traducir es quizás un tipo de adicción. La voluntad de ser cuidadoso y exacto. En todo».
6. El traductor, de Isabel Abenia
Isabel Abenia, una de las mejores escritoras de literatura histórica de Aragón, nos sorprende en esta novela de suspense mezclando historia —concretamente de la época carolingia— con ficción, entrelazando así el siglo actual con el siglo IX.
Un historiador, de Zaragoza, llega a un monasterio del Pirineo aragonés con el fin de traducir un códice carolingio. La historia da un giro cuando se da cuenta de que los documentos revelan hechos, hasta entonces desconocidos, sobre los últimos años de vida del emperador Carlomagno. Además, un enmascarado caballero hará que el historiador se obsesione y que experimente eventos que creía imposibles.
¡Esperamos que alguna de estas obras (o un par) se conviertan en tus lecturas del verano! Siempre aceptamos vuestras sugerencias si tenéis otros libros «traductoriles» que recomendarnos.
Feliz agosto y… ¡nos leemos a la vuelta!
Eliana Vaz